Los predios de colegios, jardines infantiles y unidades de servicio de primera infancia (UDS) del ICBF, de propiedad de particulares, tendrán exenciones parciales del impuesto Predial en 2021, en porcentajes que oscilan del 30% al 80% según el estrato de población predominante que atienden.
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El metro es financieramente viable |
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Un impuesto para reparar vías y construir el metro |
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De los 14 impuestos que la ciudadanía paga a Bogotá y administra la Secretaría Distrital de Hacienda (SDH), hay uno que pasa desapercibido por la mayoría de personas, pese a pagarlo a diario. Se trata de la sobretasa a la gasolina y al ACPM, con el cual se contribuye al mantenimiento de la malla vial y en próximos años aportará en la financiación de la primera línea de metro para la capital. El cobro de este impuesto fue establecido mediante el Acuerdo 21 de 1995 y empezó a recaudarse al año siguiente como una herramienta para obtener recursos destinados a la recuperación y el mantenimiento de la malla vial del Distrito Capital. Aunque los responsables de realizar este pago son los distribuidores mayoristas de gasolina motor y ACPM, así como los productores e importadores, quienes realmente lo hacen son los consumidores finales de la gasolina al tanquear su carro o pagar el pasaje del bus. La sobretasa a la gasolina y al ACPM es el cuarto impuesto que más recursos le aporta a la ciudad después del Impuesto de Industria y Comercio (ICA), el predial y el de vehículos. Según datos de la Dirección de Impuestos de Bogotá (DIB), el balance de la sobretasa es positivo, pues en el 2013 se recaudaron más de 344 mil millones de pesos, lo que equivalió a un cumplimiento del 104 por ciento de la meta establecida, que ascendía a 332 mil millones de pesos. Así mismo, para el 2014, con corte al 5 de septiembre, ya se habían recaudado más de 230 mil millones de pesos, que equivalen al 62 por ciento de la meta anual, que es de 369 mil millones de pesos. A pesar de estos buenos resultados en el recaudo y al esfuerzo de la ciudadanía que realiza este aporte, los recursos resultan insuficientes para la recuperación y rehabilitación de la malla vial de Bogotá que, en algunos casos, muestra un deterioro acumulado de más de 30 años. Esta problemática no es desconocida por el alcalde de la ciudad, Gustavo Petro Urrego, quien en declaraciones a los medios de comunicación aseguró que “para poder arreglar la malla vial en su totalidad prácticamente se necesitarían los mismos recursos que se necesitan para la construcción de la primera línea del metro”. Por eso, y para avanzar en la recuperación de las vías, se ha optado por soluciones novedosas y prácticas como las máquinas tapahuecos, que realizan trabajos de reparcheo y funcionan 24 horas en las localidades Usaquén, Barrios Unidos, Fontibón, Suba y Engativá. Para este año, la Bogotá Humana destinó cerca de 30 mil millones de pesos al arreglo de vías barriales que nunca habían sido reparadas. De los mil kilómetros que tiene como meta, 400 ya fueron intervenidos. |
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